9 de diciembre de 2013

Perdonar

"Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar".  Mahatma Gandhi.

A menudo, como respuesta a una ofensa, vivimos una sensación de rabia, impotencia, odio, algo que, con el tiempo, puede llegar a quedarse estancado en nuestro interior.
Incluso, en algún momento,“eso” nos puede llegar dominar, hacerse más fuerte que nosotros. Esta es la respuesta que proviene de nuestro ego “herido”.
Cuando esto sucede, hemos de darle un espacio, un canal de salida; “eso” no nos pertenece, es algo ajeno a nosotros, no forma parte de nosotros. Una manera de abordar este sentimiento sería transformarlo; la palabra es una vía de expresión de los sentimiento que puede servirnos: de esta manera, al expresarlos, también le marcamos un límite al otro, incluso cuando no tengamos a la persona delante. Es una manera de respetarnos y hacernos respetar, una muestra de confianza en uno mismo.
Sucede a menudo que las grandes ofensas que vivimos por parte del otro, nos llegan por nuestros juicios, nuestra exigencia y nuestra falta de amor propio. Si estamos en paz con nosotros mismos, la intención de ofensa del otro se queda solamente en eso, pura intención.

4 de noviembre de 2013

Cuándo acudir a Terapia Familiar

La terapia familiar está enfocada a trabajar las relaciones entre los miembros de la familia. Cuando convivir en familia comienza a ser una dificultad y los conflictos no dejan paso a la armonía, es necesario acudir a terapia familiar.
Las principales situaciones por las que las familias acuden a terapia son:
  • Crisis de desarrollo, que normales en el ciclo vital de una familia; entre ellas encontramos el nacimiento de un hijo, la jubilación de uno de los dos progenitores, la etapa de la adolescencia, etc.
  • Cuando algún miembro de la familia sufre problemas por algún tipo de adicción: ludopatía, drogas, alcohol, etc.
  • La falta de comunicación entre los miembros, causa de problemas constantes.
  • Situaciones inevitables e inesperadas: divorcio, muerte, accidente o problema de salud grave repentino.
  • Problemas externos, como puede ser un despido o un cambio de trabajo.
En el contexto terapéutico, como terapeuta, actúo de mediadora neutral de los conflictos. Las mejorías son mérito de la familia, de la implicación y del interés que ponga para resolver la situación que está viviendo.

8 de octubre de 2013

Terapia Familiar

El enfoque de la terapia Familiar pone de manifiesto la importancia de ver a la familia como un sistema donde lo importante son las relaciones que se dan entre los miembros.
En cualquier tipo de «sistema» (ya sea físico, biológico o social) todos sus componentes están en interacción continua y recíproca: cualquier cambio en uno de ellos afecta a todo el conjunto. En una familia también sucede que un cambio en cualquiera de sus individuos afecta, en mayor o menor medida, al resto. Y viceversa. Se da una retroalimentación constante.
En la familia sucede algo similar a lo que sucede en una orquesta: no es solo la unión de muchos de músicos; es un todo que se organiza y que interactúa según unas reglas. Más que mirar los componentes de manera aislada, lo que nos interesa es el funcionamiento global.
Es de vital importancia para solucionar un problema determinado, incluso cuando el problema es del niño, la colaboración y la participación de los padres en la terapia.

25 de septiembre de 2013

Taller Defensa Personal Femenina

Queremos invitaros al taller de Defensa Personal Femenina que llevaremos a cabo los días 16 y 17 de octubre.
Será un espacio dirigido a aprender recursos a la hora de defendernos en una situación de agresión. Utilizaremos herramientas para trabajar desde la potencialidad de cada mujer.
Por un lado, utilizamos la Gestalt para el trabajo de percatarse y gestionar las propias emociones; por otro, desde los principios de Shorei-kan, enseñaremos técnicas y principios de autodefensa sencillas y eficaces.

Fechas y horario: de 10h a 14h y de 16h a 20h, día 16.
                              de 10h a 14h, día 17.
Lugar: Centro Titania-Tascó
C. Llibertat, 47 baixos. Metro Verdaguer L4, L5
Precio: 80 euros
Impartido por: Sergi Sanmartí, instructor de Shorei-Khan e Isabel Chueco, Psicóloga, terapeuta Gestalt y terapeuta Familiar.
 Contacta con nosotros a través de este correo o por telf: 665496854 / 689875423.

Plazas Limitadas. 

16 de septiembre de 2013

VIVIMOS ATRAPADOS ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO: ENTREVISTA · Eckhart Tolle, Maestro espiritual

"Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente"

"Tengo 59 años. Nací en Alemania y vivo en Vancouver. Me licencié en Londres en Filosofía y Letras. Vivo en pareja. Doy conferencias por el mundo sobre el poder del ahora. Política, economía y estructuras sociales son un reflejo de la conciencia del individuo. Está surgiendo una nueva conciencia que todavía no ha alcanzado a los políticos"
"La mente humana tiene un elemento muy grande de disfunción, casi de locura, basta ver la historia del siglo XX. Pero creo que estamos ante un cambio de conciencia"

¿Por qué?
Recibo a diario cientos de cartas y correos de gente de todo el mundo que está experimentando esa transformación. Cuando se alcance un número crítico, veremos un cambio global.

¿Y en qué consiste ese cambio individual que será global?
En tomar conciencia de que dentro de la mente hay una voz que constantemente habla: es el diálogo interior.

Ruido...
Dicen los psicólogos que el 98% de los pensamientos cotidianos son repeticiones de pensamientos antiguos. La mayoría de la gente se ha identificado con esa voz, cree que ella es la voz.

¿Y qué somos?
El sentido de lo que soy, del yo, deriva de los pensamientos, de esa voz que me cuenta mi historia personal y las cosas con las que me identifico. Pero más allá de este yo superficial hay un yo más profundo con el que hemos perdido el contacto.

¿No somos un conjunto de vivencias y sentimientos?

Nos identificamos con el pasado y nos proyectamos en el futuro. Nuestra mente busca la realización en el momento próximo: dentro de una hora, un mes o cinco años. Vivimos tratando de llegar al momento siguiente, y eso se ha convertido en un patrón mental que nos hace vivir en un estado perpetuo de insatisfacción, porque no realizamos lo más importante que hay en la vida, que es el momento presente.

¿Cómo cambiar ese patrón mental?
El primer paso es tomar conciencia de que hay una voz en mi mente que es en realidad un antiguo pensamiento que se repite. El segundo paso es hacerse más consciente de nuestra relación con el momento presente; es decir, preguntarse muchas veces al día cuál es mi relación con el momento presente: ¿trato ese momento como si fuera mi amigo o mi enemigo?

Entiendo.
O estamos en una situación de oposición al momento presente (no me gusta donde estoy, esto no debería pasar, no me gusta lo que haces...), o simplemente lo utilizamos para llegar al momento próximo en el que me gustaría estar. Así la vida se pierde.

¿Qué hacemos?
Siendo consciente, tengo el poder de elegir transformar el presente en un amigo. La vida y el momento presente son lo mismo, no aceptarlo es estar contra la vida.

Pero hay trabajos que terminar, proyectos...
No estoy hablando de tiempo de reloj sino de tiempo psicológico. La mente es una herramienta útil: tengo ese proyecto y le dedico un tiempo de reloj con presencia. La disfunción es proyectarse mentalmente en el futuro, pensar que quieres acabar mientras estás en ello, eso es el estrés. Le daré algunos consejos: empiece por sentir la vida dentro de su cuerpo.

¿Cómo?
Cierre los ojos y pregúntese cómo puede saber si su mano todavía está ahí; entonces la atención va de la cabeza - donde normalmente reside- a la mano: sentirá una cierta vitalidad en ella. Esa energía, ese calor, puede sentirlo en el resto del cuerpo. Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente. Basta un minuto, pero hay que hacerlo varias veces al día.

¿Sentir la vida más allá de los pensamientos?
Exacto, cada vez que lo haces estás presente. Otro consejo es tomar conciencia de las percepciones sensoriales. Si quiere entrar en el momento presente, ancle parte de la atención en el cuerpo y el resto en percibir lo que le rodea. La compulsión de nombrar lo que vemos y enjuiciar desaparece.

En el hacer nos perdemos.
Porque el ruido mental nos controla. Otra práctica es hacer las cosas cotidianas con consciencia, cosas que hasta ahora eran un medio para llegar a un fin. Sienta el agua fría cuando se lava las manos.

No pensar, percibir.
Así es, introducir poco a poco presencia en la vida, darle calidad. El momento presente no es lo que sucede sino tu consciencia. Debemos introducir esa dimensión en nuestra vida y durante un tiempo la vieja consciencia vendrá y nos perderemos en ella, pero volveremos a despertarnos.

¿Y las emociones?
Son una reacción del cuerpo a los pensamientos. Si la mente me dice que una situación es mala o desagradable, el cuerpo lo acepta como realidad y tengo emociones negativas. Transformamos casi toda nuestra vida en algo problemático.

El sufrimiento se acumula...
Los pensamientos crean emociones, emociones que a su vez refuerzan viejos dolores emocionales. Pero si estás presente, el cuerpo dolor, como yo lo llamo, no puede utilizar tus pensamientos. Sabes que sientes frustración o rabia, pero no te identificas con ello.

¿Cómo romper la distancia con los otros?
Por medio de los pensamientos yo me interpreto a mí mismo, me nombro mi vida como buena o mala, defino mi existencia por medio de palabras. Yo me lo hago a mí mismo y lo hago con las otras personas, ésa es la separación que cada persona siente: la pantalla mental que surge cuando lo único que tienes son tus pensamientos.

El yo y el conmigo.
"No puedo seguir viviendo conmigo. Ese pensamiento se repetía en mi mente una y otra vez. Entonces, de repente, me di cuenta de que era un pensamiento muy peculiar: ¿soy uno o dos? Si no puedo vivir conmigo, debe de haber dos yoes: el yo y el conmigo con el que ya no puedo vivir. Quizá, pensé, sólo uno de los dos sea real". Así comenzó su transformación, que alcanzó gran lucidez. Abandonó su puesto de investigador en la Universidad de Cambridge y se dedicó a dar  seminarios por el mundo. Ha estado en Barcelona invitado por Trigrama. El poder del ahora y Un mundo nuevo, ahora resumen su filosofía.
                                                                        

25 de julio de 2013

Mensajes a nuestros hijos

“Hijo, eres el mejor! Eres un gran artista!”
“Hijo, me gusta como tocas el piano, lo haces muy bien”

¿Qué diferencia hay entre estos dos mensajes?
En el primero, no especificamos, simplemente halagamos a nuestro hijo, de una forma que podría ser, incluso, un tanto desmesurada. En el segundo, especificamos en qué situación concreta nuestro hijo hace algo que nos gusta y se lo comunicamos.
Los mensajes positivos concretos ayudan a nuestro hijo a distinguirse, a reconocerse, a valorarse y evita la “fragmentación” ( “Si soy el mejor, ¿por qué no soy el que gana los campeonatos de natación en el colegio?). La fragmentación se da cuando hay una parte del niño que quiere crecer y estar bien en el mundo y otra parte que le hace sentir estúpido y que no encaja en él.
El hecho de concretar qué es lo que nos gusta de él o felicitarlo por aquello que hace bien ayuda a nuestro hijo a crecer y a desarrollarse como persona.


27 de junio de 2013

¿A qué Atribuyo una Conducta?

En este artículo quiero hablaros del las atribuciones. Las atribuciones son las explicaciones que le damos a la conducta de los demás. Cuando nos fijamos en el comportamiento del otro le damos un sentido a lo que hace. Esa explicación está influida por nuestras experiencia pasadas. También hacemos atribuciones de nuestra propia conducta.
Es importante reconocer las atribuciones que hacemos. En referencia a conductas que "no esperamos" existen 3 tipos de atribuciones:
Por maldad: no quiere.
Por ignorancia: no sabe.
Por enfermedad: no puede.
Son diferentes maneras de valorar un comportamiento que influirán en nuestra reacción.
Por ejemplo, un niño que está en casa con los padres y no ha hecho los deberes. Los padres pueden pensar que no los hace porque no quiere, y entonces, enfadarse con él. Otra forma de mirarlo sería pensar que no sabe hacerlos, que tiene dificultades, y actuar acercándose a él para echarle una mano.
Otro ejemplo: una persona que no está rindiendo en el trabajo como de costumbre. Si esa persona piensa que está perdiendo capacidades, o que no sabe cómo hacerlo, se puede llegar a sentir mal consigo misma, por incapaz, y llegar a devaluarse. Si atribuye a que está más cansado de lo normal,o que ahora está en otro momento de su vida, será más fácil que se respete en su momento, sin llegar a devaluarse por ello. Si su jefe atribuye su conducta que a que no quiere trabajar, puede verse en serios problemas.
Es importante ver alternativas a nuestras explicaciones. En terapia, como profesional, trabajo desde el acompañamiento proporcionando vías de desarrollo desde las cuales la persona pueda establecer alternativas a sus atribuciones habituales, cuando éstas les pueda traer consecuencias nocivas.


25 de marzo de 2013

La Ruptura de Pareja

Detrás de cada ruptura de pareja hay una fase por la que se ha de pasar, necesariamente. Es la fase del duelo. El duelo conlleva dolor con tintes de tristeza, de rabia, sentimiento de vacío y de soledad.
La persona que sufre el duelo, siente un vacío interno. La parte que compartía con la otra persona ya no existe, deja de estar... Y esa pérdida, que ya no se refiere tanto al otro como al vacío que deja su ausencia, genera dolor.
Durante esta fase vivimos rabia y tristeza. Es importante ser capaces de vivirlas, aceptarlas, para así, dejarlas ir. Al final de este proceso nos conecta con la aceptar la situación y desde aquí, con el amor a uno mismo.
En estos momentos, el apoyo de un profesional nos sirve para transitar la situación y encarar la vida desde otro lugar.

 

17 de febrero de 2013

Triángulos Familiares, 2ª parte

Un segundo tipo de triángulos son los llamados auxiliares. Están formados por un solo progenitor, el hijo que tiene el síntoma, y otro miembro de la familia. Aquí nunca están presentes los dos progenitores.

Hay tres tipos de triángulos:

1.Hijo Sintomático, Hermano y un Progenitor.
Un ejemplo sería una pareja separada donde los dos hijos se han quedado a vivir con la madre. Uno de ellos se identifica con ella y el otro con el padre; éste último puede desarrollar un síntoma debido al conflicto en el que puede entrar con su hermano y su madre.
A menudo se observa que cuando en una familia hay un hijo definido como sintomático, hay otro hermano que tiene el rol “prestigioso” y que suele ser confidente de uno de los progenitores. Suele ser el apoyo de los padres y el receptor de sus quejas. Cuando hay un tercer hermano, suele tener una actitud distante con respecto a la problemática y, más bien, critica a los padres por “consentir” al hermano “enfermo”.

2.Tres Generaciones:
En este caso el triángulo comprende al hijo sintomático, un progenitor y un abuelo/-a. Es un triángulo muy típico de las familias monoparentales. Por ejemplo, un madre soltera ayudada por su propia madre(abuela). Puede suceder que la abuela establezca un vínculo muy estrecho con la nieto (normalmente con el primero) y la madre pueda sentir, por un lado agradecimiento y por otro, rabia.

3.La fratía
Aquí nos referimos al sistema fraterno, formado por los hermanos. Los conflictos entre hermanos hay que verlos a la luz de los vínculos con los padres. Cuando la intrusión parental es excesiva no se desarrollan los vínculos fraternos adecuados. Cuando los hay un trato preferente por parte de el/los progenitores por algún hermano, también suele desarrollarse conflicto entre ellos.
En familias donde un hermano tiene algún trastorno grave (anorexia, psicosis, etc), el índice de cohesión entre los hermanos suele ser bajo.

Cuando en una familia se dan los triángulos, tenemos que ser conscientes de que son origen de situaciones conflictivas donde suele haber un miembro “perdedor” que sufre los síntomas de dicha triangulación.
Buscar la ayuda de un profesional en estos casos, abre una vía hacia el cambio y hacia una reestructuración equilibrada del sistema familiar. 


8 de febrero de 2013

Los Triángulos Familiares, Iª parte

Una forma de desviar la tensión emocional que se puede dar entre dos personas es involucrando a una tercera. Esta tercera persona se encuentra “triangulada”. Un hijo triangulado puede representar para los padres un trofeo, donde ver los logros que ellos no tuvieron, puede ser el campo de batalla donde se refleja la lucha entre ellos o, en un tercer caso, el hijo puede hacer de intermediario, de mediador en la disputa entre los dos padres.
Si el hijo es mayor, puede evitar caer triangulado, diciéndole a los padres que “la pelea entre ellos es cosa de ellos” y saliendo del triángulo. Si es pequeño, puede caer en un conflicto de lealtades, con la eterna cuestión de “en qué bando situarse”, lo que le puede llevar a desarrollar problemas a nivel conductual.

1. Tríadas desviadoras:
Comprende a los dos progenitores y a un hijo. Distinguimos dos tipos:
a) Tríada Atacadora: Aquí los padres se unen para estar de acuerdo en que el hijo es un chico problema. Suele ocurrir que uno piensa que el otro es demasiado exigente y éste, que el otro es demasiado tolerante. No se ponen de acuerdo como padres a la hora de educar al hijo; hay un gran desacuerdo en la relación de pareja. El hijo actúa de “chivo expiatorio”.
b) Tríada Asistidora: En este caso, los padres toman como centro a un hijo que padece una enfermedad que les lleva a sentir benevolencia por él; le protegen, le ayudan; esto le une mucho. El hijo pueden padecer asma, alguna enfermedad psíco-física, etc. Entre los padres, no hay relación de pareja en sí, sino para hacer de "cuidadores del hijo"

2. Triángulo perverso:
Hay dos personas de la misma generación y otra que no lo es. Entre las dos personas de diferente generación se crea una coalición contra la tercera, de una forma oculta, secreta. Por ejemplo, sería una madre y un hijo contra el padre; o un nieto y el abuelo contra la abuela, o abuela y madre contra el padre.

Estos triángulos son muy negativos a nivel relacional y crean pautas de conducta que pueden generar síntomas graves en los individuos que forman la estructura familiar.

Continua...

21 de enero de 2013

Adulto Versus Niño

“A partir de ahora seré puntual”, me dijo Sashil en el último encuentro que tuvimos. Había llegado a las 18h, a la hora a la que habíamos acordado vernos.
Esta vez me llegó la voz del Adulto, la voz del que dice algo habiendo ya tomado partido por ello. Ahora era diferente. Ya no era el Niño, que llegando impuntual, me decía: “Había un atasco en la carretera... Perdona, la siguiente seré puntual”. O que llegaba sofocado, corriendo, diciéndome: "He hecho todo lo que estaba en mis manos para llegar a la hora prevista, pero que no he podido llegar antes".

Esta vez era el Adulto el que hablaba y sus palabras me llegaban con una autenticidad como nunca antes lo habían hecho.



14 de enero de 2013

Sobre la Pérdida

Un médico sabio dijo: " La mejor medicina es amor y cuidados". Alguien le preguntó: "¿Y si no funciona?". Él sonrió y le contestó: "Aumenta la dosis".

Winter es un delfín que quedó atrapado entre las redes y las cuerdas de un barco pesquero. Apareció herido en la orilla de una playa, muy débil. Tras este accidente perdió la cola. Todos pensaban que  moriría. Pero se recuperó. Recuperó la movilidad de su cuerpo por completo gracias al amor y el cariño de los que le rodeaban y de sus ganas de vivir.
Una pérdida supone un cambio y conlleva dolor. Pero cuando perdemos algo, también ganamos algo. Amor y cuidados son los ingredientes que necesitamos para enfrentar esos cambios.
Amar y permitirnos ser amados. De ahí nace la fuerza que nos guía que nos dirigen en nuestro camino para seguir surcando el mar de la vida.